OSVALDO ELLIFF

  

12

            
No puedes ser únicamente
quien dice adiós a torpes juegos cometidos
ante los huesos los errores los domicilios
de tu cuerpo en lenta humillación.
     
Ardiendo solitario
vive tu ritmo como un testigo en estas playas
bajo las carcajadas del eterno.

   

6

                             
Cuando simulas ignorar el honor
y la gloria de ajenos laberintos
con las estratagemas que
antaño utilizabas para no preguntar
sus salidas y entradas a la noche y
sus íntimas ciénagas,
intuyes que esta ciudad se mueve
en un juego sin reglas ni ángeles libertarios,
presintiendo
los picotazos de las paredes bocabajo,
tu padre husmeando trenes entre ruinas,
lo compartido que no vuelve,
lo conocido que mientes conocer
acogotando grietas en tus otros
pues cada ser, cada momento, cada
cosa,
son la poesía en la poesía
de tantos mundos que te habitan
y lo desconocido
               
para qué.