DOXA |
El reino de la Opinión |
Esta Sección está consagrada a la Opinión
en su lado público. Aquella opinión que expresa juicios morales,
juicios que lamen el costado político de nuestros espíritus. No es Episteme. La Doxa muda y
es blanco de disenso. Los juicios que aquí se estampan son de valor,
sin que nada pruebe su exactitud. No hay una única verdad política y
la comprensión de la sociedad y sus relaciones acá se muestra plural.
Pretendemos que la opinión no sea compra
de discurso ni costumbre establecida. La queremos pública y
racional.
Doxa es un espacio de
debate tan amplio como cada uno de nosotros se atreva a concebirlo. |
EL PAIS DEL COMO SI |
por Miguel Grassi |
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La actitud
del como si representa en los juegos de los niños una postura
que les permite apropiarse de la realidad, entenderla y, finalmente,
incorporarla. En definitiva, les permite crecer a través de la actividad
lúdica.
La
misma actitud encontramos en nuestro país, pero, sin los resultados antes
señalados. Al igual que los niños tenemos una actitud lúdica en la que
nuestro principal juguete se llama República Argentina.
El
país del como si lo vemos a diario, es el país real-irreal
donde nadie ocupa el lugar para el que se preparó -si acaso se preparó-,
es el país de personas que juegan a ser médicos, abogados, periodistas,
diputados, curas y hasta presidentes de la Nación. Incluso nuestro pueblo
sabiendo que nuestra patria está golpeada quiere creer que estamos
condenados al éxito (1). Por supuesto... El
país del como si: somos blancos, europeos, ganadores, Dios es
argentino, el mundo nos tiene envidia, EE.UU no nos quiere, el F.M.I. es
malo, nos dieron el peor grupo del Mundial, la carne argentina es la
mejor, tenemos las mejores minas del mundo, tenemos los cuatro climas,
etc. Ahora
bien, los argentinos todavía nos llegamos al estadio de superar el juego
-como elemento de crecimiento- hecho que implicaría acceder a un estadio
de responsabilidad plena por nuestras acciones (hacernos cargo), ya no se
trataría solamente de un juego. La gran revolución argentina estará
precedida por la pequeña gran revolución, la de hacernos responsables,
la de cargo de nuestros actos, la que nos va a preparar para la otra.
Alumnos
que quieran estudiar y no zafar, que comprendan que el esfuerzo es el único
camino a la excelencia y la no-frustración futura. Vecinos que no lleven
a ensuciar las plazas y veredas, de ciudadanos que no estacionen sus autos
en cualquier sitio, de jóvenes que dejen de manejar como si fuesen
pilotos de fórmula uno, poniendo en el stereo su música a un volumen tal
que se escucha en toda la manzana a las tres de la madrugada.
Éstas
no son simples enumeraciones folclóricas del comportamiento de un pueblo,
sino características cotidianas que expresan aspectos profundos,
convalidados por nosotros mismos día a día desde el momento en que no
cuestionamos tales prácticas y que las aceptamos. Finalmente somos eso,
lo que nos devuelve la realidad a diario y no lo que creemos que somos -de
paso: pensemos en esta cuestión como fuente de frustraciones.
¿Quién
trabaja en el país para que éste funcione? ¿Quién lo sostiene? Creo
que trabajan muchos menos de los que dicen trabajar y los otros siguen
jugando. |
(1) Palabras de un reconocido agente inmobiliario de la zona Sur del Gran Buenos Aires. (N. de E.: Para los internautas del resto del mundo la referencia es a Eduardo Duhalde) |
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