Todo empezó el día que decidí armarle un árbol genealógico
a mi hijo que entonces tenía 3 años. No sabía leer, por lo tanto empecé
a buscar fotos familiares para hacérselo.
Mi abuela, de 84 años, me ofreció con toda
inocencia, una caja de madera tallada por mi abuelo, al que casi no conocí
(murió cuando yo tenía 1 año y medio). Adentro según ella había
algunas fotos de él. Cuando la abrí me encontré con cientos de
negativos tomados en su mayor parte por él, desde su juventud, hasta casi
su vejez.
Estuve meses enteros copiando sus fotos y
revolviendo viejos cajones de toda mi familia. Este hallazgo, que para
muchos fue algo muy simple, para mí fue el comienzo de este trabajo que
me conmocionó. Descubrí historias de juventud de mis abuelos que no me
imaginaba, casi siempre tristes y difíciles. Empecé a reconocerme en
hechos tan cercanos a mí y que yo desconocía.
Esto me motivó a indagar sobre el pasado de cada
persona viva en mi familia. Al principio las escribía, luego las
fotografié. Cada uno tiene su serie tomada por mí entre 1997 y 1998. Con
algunos me involucré más que con otros. Algunos murieron en el medio de
mi trabajo, y otros nacieron, lo que demoraba más y más la conclusión
de este. Un día me di cuenta de que a este trabajo nunca lo iba a
terminar. De hecho se modifica en el camino... El árbol genealógico ya
tiene otra versión la que aún no termino... Mi hijo ahora tiene 8 años
y tengo dos más; pretendo agregar fechas lugares y todo lo que pueda,
como si fuera mi legado.
Mi familia es muy especial, de esas que siempre está
presente, moviéndose en masa a todos lados. Con sus ventajas y
desventajas.
Después de este trabajo, entiendo (a veces no
tanto) mucho más de dónde vengo y seguramente hacia dónde voy. Pero
también me surgieron dudas, o preguntas que seguramente no me responderé
jamás; como por ejemplo, por qué si casi nadie murió en el lugar en el
que nació, sufrimos tanto cuando alguien se aleja. Si es una realidad que
se repite en cada generación...
La familia es un tema que me interesa, hay tantas
cosas sorprendentes. Hay tantas cosas transmitidas de generación en
generación...este es el tema de mi siguiente trabajo.
“Una
mirada hacia atrás” es el intento por reconocerme en mis propias raíces.
Fotografías antiguas familiares, sumadas a las mías le dan formato a ésta,
mi historia.
Cynthia Isakson
¿Se puede sintetizar la vida y el paso del tiempo en
juegos geométricos de imágenes? |
Un viaje al pasado no tiene límites. Contiene las guerras,
las muertes, la desgracia y la esperanza. |
La vida y sus raíces como historia, devenir, presente y
trascendencia. |
Padres con chicos en brazos que serán padres con chicos en
brazos. |
Rostros que se agrisan y arrugan rodeando miradas
permanentes y amadas. |
La muerte como negativo de la vida. |
En ese transcurso hay un instante que nos signa, nos
recuerda individuales y nos hace estallar únicos, frente a una
realidad para la cual no tenemos antecedentes, no hallamos respuestas. |
Entonces, en un montón de fotos viejas y negativos náufragos
en baúles junto a imágenes recientes (destinadas a ser fotos viejas
y negativos náufragos), podemos vislumbrar un reflejo, intuir un
esbozo, ver como un cometa esa partícula cósmica de tiempo que es:
nuestra vida. |
Quizá sí se pueda. |
Pablo Maronna |
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“Aquí también esa desconocida |
y ansiosa y breve cosa que es la
vida” |
Jorge L. Borges |
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