Asterión XXI

Revista cultural

  

UNA MIRADA HACIA ATRÁS

Cynthia Isakson

  
 

 

  Todo empezó el día que decidí armarle un árbol genealógico a mi hijo que entonces tenía 3 años. No sabía leer, por lo tanto empecé a buscar fotos familiares para hacérselo.

  Mi abuela, de 84 años, me ofreció con toda inocencia, una caja de madera tallada por mi abuelo, al que casi no conocí (murió cuando yo tenía 1 año y medio). Adentro según ella había algunas fotos de él. Cuando la abrí me encontré con cientos de negativos tomados en su mayor parte por él, desde su juventud, hasta casi su vejez.  

  Estuve meses enteros copiando sus fotos y revolviendo viejos cajones de toda mi familia. Este hallazgo, que para muchos fue algo muy simple, para mí fue el comienzo de este trabajo que me conmocionó. Descubrí historias de juventud de mis abuelos que no me imaginaba, casi siempre tristes y difíciles. Empecé a reconocerme en hechos tan cercanos a mí y que yo desconocía.

  Esto me motivó a indagar sobre el pasado de cada persona viva en mi familia. Al principio las escribía, luego las fotografié. Cada uno tiene su serie tomada por mí entre 1997 y 1998. Con algunos me involucré más que con otros. Algunos murieron en el medio de mi trabajo, y otros nacieron, lo que demoraba más y más la conclusión de este. Un día me di cuenta de que a este trabajo nunca lo iba a terminar. De hecho se modifica en el camino... El árbol genealógico ya tiene otra versión la que aún no termino... Mi hijo ahora tiene 8 años y tengo dos más; pretendo agregar fechas lugares y todo lo que pueda, como si fuera mi legado.

  Mi familia es muy especial, de esas que siempre está presente, moviéndose en masa a todos lados. Con sus ventajas y desventajas.

  Después de este trabajo, entiendo (a veces no tanto) mucho más de dónde vengo y seguramente hacia dónde voy. Pero también me surgieron dudas, o preguntas que seguramente no me responderé jamás; como por ejemplo, por qué si casi nadie murió en el lugar en el que nació, sufrimos tanto cuando alguien se aleja. Si es una realidad que se repite en cada generación...

  La familia es un tema que me interesa, hay tantas cosas sorprendentes. Hay tantas cosas transmitidas de generación en generación...este es el tema de mi siguiente trabajo.

  “Una mirada hacia atrás” es el intento por reconocerme en mis propias raíces. Fotografías antiguas familiares, sumadas a las mías le dan formato a ésta, mi historia.

 

Cynthia Isakson

 

¿Se puede sintetizar la vida y el paso del tiempo en juegos geométricos de imágenes?
Un viaje al pasado no tiene límites. Contiene las guerras, las muertes, la desgracia y la esperanza.
La vida y sus raíces como historia, devenir, presente y trascendencia.
Padres con chicos en brazos que serán padres con chicos en brazos.
Rostros que se agrisan y arrugan rodeando miradas permanentes y amadas.
La muerte como negativo de la vida.
En ese transcurso hay un instante que nos signa, nos recuerda individuales y nos hace estallar únicos, frente a una realidad para la cual no tenemos antecedentes, no hallamos respuestas.
Entonces, en un montón de fotos viejas y negativos náufragos en baúles junto a imágenes recientes (destinadas a ser fotos viejas y negativos náufragos), podemos vislumbrar un reflejo, intuir un esbozo, ver como un cometa esa partícula cósmica de tiempo que es: nuestra vida.
Quizá sí se pueda.
Pablo Maronna
   
“Aquí también esa desconocida
y ansiosa y breve cosa que es la vida”
Jorge L. Borges