EDITORIAL
A semejanza de las variantes del mito, cada nuevo número de Asterión emula y completa los anteriores. En esta entrega se continúan
secciones, aparecen otras y con ellas nuevos colaboradores. El idéntico
movimiento del inicio delinea el curso y nuestro minotauro va por las celdas y
pasillos creando su historia.
En las respuestas al Cuestionario Asterión hay algo que, por lo común, aparece en el
punto 10 -aquél donde nosotros debemos saciar el interrogante o la propuesta
que se nos hace. Es la inquietud acerca de qué es Asterión, por qué se nos ocurrió existir y cuestiones todas
emparentadas. Nosotros siempre remitimos al primer Editorial. De alguna manera
en el espíritu de cualquier medio, ese texto inaugural da las bases del
itinerario que se va a forjar, si no median traiciones. Y Asterión, hasta el día o la noche en que Teseo irrumpa en su Casa,
va a continuar siendo el mismo.
Destacamos que en nuestro afán de arqueólogos hemos traído al presente
El barco ebrio, aquella revista de
poesía que se editó en Buenos Aires entre 1987 y 1988, de la cual aparecieron
tres números y de los que ahora, Asterión
XXI, ofrece en internet el primero de ellos, junto a la Separata Charles
Baudelaire: Pequeños poemas en prosa. En los próximos meses culminaremos
con la tarea de recuperar este material hoy agotado, valioso desde la promoción
de autores para ese tiempo jóvenes y entusiastas, y su Galería, donde encontramos a los poetas que la literatura ha
salvado del olvido.
¡Salud a Asterión y sus lectores! ¡Salud!
Fernando Pedró Héctor Alvarez Castillo