Asterión XXI

Revista cultural

           

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MILES DAVIS, la desgarradora soledad


por José Luis Seró 


    Si tuviéramos que nombrar a alguien que no sólo mantuvo su vigencia a través del tiempo, sino que fue evolucionando, provocando cambios, rompiendo mitos, modificando su música aún sin perder su esencia, sin ninguna duda ese hombre sería Miles Davis.
    Miles es sin dudas el más "evolutivo" de todos los grandes creadores de jazz.
    "Jamás puedo volver atrás, ni escuchar de nuevo mis antiguos discos. Me daría la impresión de haber perdido un hijo…" Miles, entrevista, abril 1989. Era un hombre solitario, dotado de una especie de sexto sentido de lo colectivo, que supo imponer a cuatro generaciones su ideal de solista y su concepto orquestal.
    Como Trompetista desarrolló un estilo con cierta prudencia y moderación, de sonido puro, sin vibrato, con notas largas, envolviendo todo en una delicada serenidad.
   "Miles encontró un sonido propio y básico, como debe hacerlo cualquier músico. Pero una vez que lo han logrado, muchos músicos mantienen ese sonido más o menos constante. Cualquier variación proviene de la selección afectiva de las notas, de las estructuras armónicas, y los tratamientos rítmicos. Miles en cambio, sabe percibir la totalidad de lo que lo rodea y saca partido de la amplia gama de posibilidades sonoras que existen incluso en el propio sonido básico. En otras palabras, es capaz de crear un sonido particular para cada contexto. La calidad de cierto acorde su tensión o falta de ella, pueden llevar a crear el sonido adecuado. Miles puede poner su propia substancia, su propia carne en una nota, y después colocar esa nota exactamente en donde corresponde…" Gil Evans
    Como líder, su carisma no tuvo otros equivalentes en la historia del jazz más que el de Ellington o Gil Evans. El haber sido miembro de su banda habría significado para varias docenas de músicos la entrada al estrellato.
    Miles, al igual que cualquier músico de jazz, no conquistó instantáneamente una acabada individualidad. Son pocos los aficionados capaces de apreciar el tiempo y el esfuerzo que necesita para madurar un músico de jazz.
    Miles, nace en St.Louis, Illions en 1926, era hijo de un acomodado dentista y cirujano dental. Empezó a tocar en la escuela y tan pronto como tuvo edad para empezar a rondar los clubes se dedicó a escuchar atentamente a los trompetistas de la localidad, tal como Clark Terry, entre otros. También tenía cierta fascinación por Roy Eldridge, Harry James, Bobby Hackett y Buck Clayton a quienes escuchaba en discos. Fue alumno del trompetista Elwood Buchanan y más tarde su vecino Clark Terry lo iniciaba en las Jam Sessions y también en el boxeo.
    Luego, ya en la secundaria, llegó a St. Louis la banda de Billy Eckstine, con Charlie Parker y Dizzy Gillespie. Miles no sólo los escuchó, sino que, como la banda necesitaba un trompetista, tocó durante varias semanas junto a ellos.
    Después de esta experiencia partió hacia New York. Estudió en la escuela Julliard, pero se va detrás de su amigo Charlie Parker, con quién convive.
    "Seguí a Bird por todas partes"
. Evoca Miles. "No tengas miedo". Me decía él. "Sigue adelante y toca".
"Todas las noches, yo anotaba acordes que oía en alguna caja de cerillas. Todo el mundo me ayudaba y al día siguiente me pasaba el día tocando esos acordes en el salón de prácticas de Juilliard en vez de ir a clases. Thelonius Monk me copiaba sus acordes y sus melodías, Tedd Dameron también me ayudaba, lo mismo que Dizzy, que me aconsejaba estudiar piano. Así lo hice, y definitivamente me fui de Juilliard. Me di cuenta de que no iba a tocar en ninguna orquesta sinfónica. Y como de todas maneras por la noche tenía que ir a tocar con Bird o Coleman Hawkins, decidí seguir ese camino hasta el final".
    "Bird solía tocar cuarenta estilos diferentes. No se conformaba con seguir siempre en lo mismo… me hacía subir al estrado y todas las noches yo renunciaba. Los tiempos eran demasiados rápidos, el desafío demasiado grande. ¿Para qué me necesita usted? ¡Le preguntaba!"

    Después grabaría por primera vez junto a Bird dos temas que figuran entre las obras maestras del jazz moderno: "Now's the Time y Billie's Bounce".
Miles estudió también con Freddie Webster quien se convertiría en su trompetista favorito. "Freddie tocaba muchas notas, no las desperdiciaba. Yo anhelaba conseguir su sonido. Yo solía enseñarle acordes y a cambio, intentaba conseguir su sonoridad. No tocaba con vibrato".
   Hacia fines de los 40 Miles había consolidado prestigio. Pero también se había entregado al consumo de heroína. Raras veces trabajaba. Finalmente se exilió en Detroit en un intento de regenerarse. La toxicomanía se le había hecho insoportable. Durante dos semanas se encerró en una habitación y con una enorme fuerza de voluntad consiguió romper el hábito. Desde entonces mantiene el control sobre sí mismo y de su música. A través de cambios incesantes en su concepción musical llega a nuevos públicos.
Cerca de 1947, Miles creará un noneto cuya instrumentación era realmente inédita: corno francés, tuba, trompeta, trombón, saxos alto y barítono, piano y contrabajo. Los autores de estos arreglos revolucionarios son: John Carisi, Gerry Mulligan, John Lewis y Gil Evans. En los años 50-60, Evans va a componer varios discos: Miles Hahead, Porgy & Bess, Sketches of Spain…, con un fondo orquestal implacable para solos magníficamente construidos por Miles.
   En 1949, Miles, irá a París, donde se convierte en una estrella de Saint Germain-des-Press. Volverá a París en 1956-57 para tocar con Barney Wilen, René Urtreger, Pierre Michelot y Kenny Clarke y graba con ellos la música de la película "Ascensor para el cadalso" de Louis Malle.
    En New York alterna quintetos y sextetos. Forma su primer grupo con John Coltrane, Red Garland (al que sustituirán Bill Evans y luego Wynton Kelly), Paul Chambers y Philly Joe Jones (más tarde será Jimmy Coob y en alguna ocasión Cannonball Adderley). Este será el período clásico de Miles, el de Kind of Blue (1959).
    Luego, entre 1963 y 1970, llegará la edad "moderna" con el quinteto formado por George Coleman (luego Wayne Shorter), Herbie Hancock, Ron Carter y Tony Williams. Improvisaciones modales, variaciones vertiginosas del ritmo, disonancias, conforman esta etapa.
    Después tocará con John McLaughlin, Jack Bruce, Dave Holland, Michael Henderson, Chick Corea, Zawinul o Jarret, Billy Cobhan, Jack DeJohnette o Al Foster. Crean una atmósfera trepidante con percusiones de distintas influencias tales como africanas, brasileñas o hindúes completando una abundancia de sonidos y de ritmos salvajes.
    Tras un retiro por motivos de salud, entre 1975 y 1980, en el cual estuvo encerrado a puro sexo y drogas (según el mismo cuenta en su biografía), Miles, ayudado por la actriz Cicely Tyson, con la que había estado casado un tiempo, regresa espectacularmente con un repertorio renovado, rodeándose de modernos sintetizadores y los mejores jóvenes solistas: Mike Stern, John Scofield o Robben Ford a la guitarra; Bill Evans, Branford Marsalis, Bob Berg o Kenny Garret a los saxos; Robert Irving III o Adam Holzman a los teclados; Marcus Miller o Darryl Jones al bajo; y siempre con percusionistas "exóticos" Sammy Figueroa, Mino Cinélu o Marilyn Mazur.
    Para esta época Miles ya estaba bastante enfermo, su cadera había tenido varias operaciones, pero su humor había cambiado, se tornó más sociable, en contraposición a lo que había sido una permanente actitud agresiva hacia el público y hacia la crítica en general. Incluso volvió a presentar, después de más de 30 años a sus músicos desde el micrófono al final de sus actuaciones, aunque nunca dejó de hacer declaraciones polémicas. También se dedicó a la pintura.
    Nuevamente estaba en la cima. Pero lamenteblemente sería la última vez. Moriría una mañana de septiembre de 1991.
    Aunque la cima nunca lo dejó. Aún sigue allí, y su música y su espíritu siguen entre nosotros rompiendo todos los records de vigencia.
   Duke Ellington equiparó una vez a Miles con Picasso: "Siempre cambiando, siempre haciendo frente a algo, él solo, asumiendo riesgos, incitando a los demás a que los asuman. No insistiré en la comparación, porque desconfío de las analogías entre creadores de distintos campos. Pero es indudable que en el jazz Miles Davis ha sido uno de los ejecutantes más versátiles e influyentes: el principal impulsor del , luego director del pequeño grupo de jazz más hot, después lírico solista orquestal, y en la actualidad el demoníaco animador de pasajes de música electrónica brillantemente salpicada con rock, jazz, blues y su propia trompeta, de una soledad desgarradora".

Discografía aconsejada: Birth of the Cool, Bag's Grove, Kind of Blue, The Complete Concert, Bitches Brew, At Carnegie Hall, My Funny Valentine, The Sorcerer, You're Under Arrest, Sketches of Spain, Steamin with Coltrane.

 

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