MILES DAVIS, la desgarradora soledad
Si tuviéramos que nombrar a alguien que no sólo mantuvo
su vigencia a través del tiempo, sino que fue evolucionando, provocando
cambios, rompiendo mitos, modificando su música aún sin perder su esencia,
sin ninguna duda ese hombre sería Miles Davis.
Miles es sin dudas el más "evolutivo" de todos
los grandes creadores de jazz.
"Jamás puedo volver atrás, ni escuchar de nuevo mis
antiguos discos. Me daría la impresión de haber perdido un hijo…"
Miles, entrevista, abril 1989. Era un hombre solitario, dotado de una especie
de sexto sentido de lo colectivo, que supo imponer a cuatro generaciones su
ideal de solista y su concepto orquestal.
Como Trompetista desarrolló un estilo con cierta
prudencia y moderación, de sonido puro, sin vibrato, con notas largas,
envolviendo todo en una delicada serenidad.
"Miles encontró un sonido propio y básico, como
debe hacerlo cualquier músico. Pero una vez que lo han logrado, muchos músicos
mantienen ese sonido más o menos constante. Cualquier variación proviene de
la selección afectiva de las notas, de las estructuras armónicas, y los
tratamientos rítmicos. Miles en cambio, sabe percibir la totalidad de lo que
lo rodea y saca partido de la amplia gama de posibilidades sonoras que existen
incluso en el propio sonido básico. En otras palabras, es capaz de crear un
sonido particular para cada contexto. La calidad de cierto acorde su tensión
o falta de ella, pueden llevar a crear el sonido adecuado. Miles puede poner
su propia substancia, su propia carne en una nota, y después colocar esa nota
exactamente en donde corresponde…" Gil Evans
Como líder, su carisma no tuvo otros equivalentes en la
historia del jazz más que el de Ellington o Gil Evans. El haber sido miembro
de su banda habría significado para varias docenas de músicos la entrada al
estrellato.
Miles, al igual que cualquier músico de jazz, no conquistó
instantáneamente una acabada individualidad. Son pocos los aficionados
capaces de apreciar el tiempo y el esfuerzo que necesita para madurar un músico
de jazz.
Miles, nace en St.Louis, Illions en 1926, era hijo de un
acomodado dentista y cirujano dental. Empezó a tocar en la escuela y tan
pronto como tuvo edad para empezar a rondar los clubes se dedicó a escuchar
atentamente a los trompetistas de la localidad, tal como Clark Terry, entre
otros. También tenía cierta fascinación por Roy Eldridge, Harry James,
Bobby Hackett y Buck Clayton a quienes escuchaba en discos. Fue alumno del
trompetista Elwood Buchanan y más tarde su vecino Clark Terry lo iniciaba en
las Jam Sessions y también en el boxeo.
Luego, ya en la secundaria, llegó a St. Louis la banda de
Billy Eckstine, con Charlie Parker y Dizzy Gillespie. Miles no sólo los
escuchó, sino que, como la banda necesitaba un trompetista, tocó durante
varias semanas junto a ellos.
Después de esta experiencia partió hacia New York. Estudió
en la escuela Julliard, pero se va detrás de su amigo Charlie Parker, con quién
convive.
"Seguí a Bird por todas partes". Evoca
Miles. "No tengas miedo". Me decía él. "Sigue
adelante y toca".
"Todas las noches, yo anotaba acordes que oía en alguna caja de
cerillas. Todo el mundo me ayudaba y al día siguiente me pasaba el día
tocando esos acordes en el salón de prácticas de Juilliard en vez de ir a
clases. Thelonius Monk me copiaba sus acordes y sus melodías, Tedd Dameron
también me ayudaba, lo mismo que Dizzy, que me aconsejaba estudiar piano. Así
lo hice, y definitivamente me fui de Juilliard. Me di cuenta de que no iba a
tocar en ninguna orquesta sinfónica. Y como de todas maneras por la noche tenía
que ir a tocar con Bird o Coleman Hawkins, decidí seguir ese camino hasta el
final".
"Bird solía tocar cuarenta estilos diferentes. No se
conformaba con seguir siempre en lo mismo… me hacía subir al estrado y
todas las noches yo renunciaba. Los tiempos eran demasiados rápidos, el desafío
demasiado grande. ¿Para qué me necesita usted? ¡Le preguntaba!"
Después
grabaría por primera vez junto a Bird dos temas que figuran entre las obras
maestras del jazz moderno: "Now's the Time y Billie's Bounce".
Miles estudió también con Freddie Webster quien se convertiría en su
trompetista favorito. "Freddie tocaba muchas notas, no las
desperdiciaba. Yo anhelaba conseguir su sonido. Yo solía enseñarle acordes y
a cambio, intentaba conseguir su sonoridad. No tocaba con vibrato".
Hacia fines de los 40 Miles había consolidado
prestigio. Pero también se había entregado al consumo de heroína. Raras
veces trabajaba. Finalmente se exilió en Detroit en un intento de
regenerarse. La toxicomanía se le había hecho insoportable. Durante
dos semanas se encerró en una habitación y con una enorme fuerza de voluntad
consiguió romper el hábito. Desde entonces mantiene el control sobre sí
mismo y de su música. A través de cambios incesantes en su concepción
musical llega a nuevos públicos.
Cerca de 1947, Miles creará un noneto cuya instrumentación era realmente inédita:
corno francés, tuba, trompeta, trombón, saxos alto y barítono, piano y
contrabajo. Los autores de estos arreglos revolucionarios son: John Carisi,
Gerry Mulligan, John Lewis y Gil Evans. En los años 50-60, Evans va a
componer varios discos: Miles Hahead, Porgy & Bess, Sketches of Spain…,
con un fondo orquestal implacable para solos magníficamente construidos por
Miles.
En 1949, Miles, irá a París, donde se convierte
en una estrella de Saint Germain-des-Press. Volverá a París en 1956-57 para
tocar con Barney Wilen, René Urtreger, Pierre Michelot y Kenny Clarke y graba
con ellos la música de la película "Ascensor para el cadalso" de
Louis Malle.
En New York alterna quintetos y sextetos. Forma su primer
grupo con John Coltrane, Red Garland (al que sustituirán Bill Evans y luego
Wynton Kelly), Paul Chambers y Philly Joe Jones (más tarde será Jimmy Coob y
en alguna ocasión Cannonball Adderley). Este será el período clásico de
Miles, el de Kind of Blue (1959).
Luego, entre 1963 y 1970, llegará la edad
"moderna" con el quinteto formado por George Coleman (luego Wayne
Shorter), Herbie Hancock, Ron Carter y Tony Williams. Improvisaciones modales,
variaciones vertiginosas del ritmo, disonancias, conforman esta etapa.
Después tocará con John McLaughlin, Jack Bruce, Dave
Holland, Michael Henderson, Chick Corea, Zawinul o Jarret, Billy Cobhan, Jack
DeJohnette o Al Foster. Crean una atmósfera trepidante con percusiones de
distintas influencias tales como africanas, brasileñas o hindúes completando
una abundancia de sonidos y de ritmos salvajes.
Tras un retiro por motivos de salud, entre 1975 y 1980,
en el cual estuvo encerrado a puro sexo y drogas (según el mismo cuenta en su
biografía), Miles, ayudado por la actriz Cicely Tyson, con la que había
estado casado un tiempo, regresa espectacularmente con un repertorio renovado,
rodeándose de modernos sintetizadores y los mejores jóvenes solistas: Mike
Stern, John Scofield o Robben Ford a la guitarra; Bill Evans, Branford
Marsalis, Bob Berg o Kenny Garret a los saxos; Robert Irving III o Adam
Holzman a los teclados; Marcus Miller o Darryl Jones al bajo; y siempre con
percusionistas "exóticos" Sammy Figueroa, Mino Cinélu o Marilyn
Mazur.
Para esta época Miles ya estaba bastante enfermo, su
cadera había tenido varias operaciones, pero su humor había cambiado, se
tornó más sociable, en contraposición a lo que había sido una permanente
actitud agresiva hacia el público y hacia la crítica en general. Incluso
volvió a presentar, después de más de 30 años a sus músicos desde el micrófono
al final de sus actuaciones, aunque nunca dejó de hacer declaraciones polémicas.
También se dedicó a la pintura.
Nuevamente estaba en la cima. Pero lamenteblemente sería
la última vez. Moriría una mañana de septiembre de 1991.
Aunque la cima nunca lo dejó. Aún sigue allí, y su música
y su espíritu siguen entre nosotros rompiendo todos los records de vigencia.
Duke Ellington equiparó una vez a Miles con
Picasso: "Siempre cambiando, siempre haciendo frente a algo, él solo,
asumiendo riesgos, incitando a los demás a que los asuman. No insistiré en
la comparación, porque desconfío de las analogías entre creadores de
distintos campos. Pero es indudable que en el jazz Miles Davis ha sido uno de
los ejecutantes más versátiles e influyentes: el principal impulsor del ,
luego director del pequeño grupo de jazz más hot, después lírico solista
orquestal, y en la actualidad el demoníaco animador de pasajes de música
electrónica brillantemente salpicada con rock, jazz, blues y su propia
trompeta, de una soledad desgarradora".
Discografía aconsejada:
Birth of the Cool, Bag's Grove, Kind of Blue, The Complete Concert, Bitches
Brew, At Carnegie Hall, My Funny Valentine, The Sorcerer, You're Under Arrest,
Sketches of Spain, Steamin with Coltrane.