EDITORIAL
“...sus puertas (cuyo número es infinito) están |
abiertas día y noche a los hombres y también a |
los animales. Que entre el que quiera”. |
Jorge Luis Borges, La casa de Asterión |
En el ámbito de la cultura los espacios de producción y crítica
tienen diversas motivaciones, pero, si existe algo que consideramos no debe
faltar en su génesis es la convicción en la tarea que se va a emprender y la
necesidad de abrir el juego. Recordamos de la primera charla -en la cual
surgieron ideas, nombres e intereses para dar vida a este sitio- que cada uno de
nosotros conocía el sabor agrio de estar del
otro lado del mostrador. No ser aceptado, ni siquiera ser leído. No
ser considerado por los que tienen poder de decisión. Y también predecíamos
que, cuando fuera el momento de salir a escena, íbamos a contar con la
complicidad de los que estaban en una situación similar. Queremos con Asterión
cambiar un poco esta historia que siempre está mudando y apenas se modifica.
Asterión pretende ser un espacio abierto a la recepción y
divulgación de la producción cultural, y ansiamos que aquello que trasmita con
mayor fidelidad nuestros objetivos sean los trabajos que mes a mes se vayan
sucediendo.
Este espacio alternativo de producción necesitaba un soporte para
transformarse en realidad. Internet nos ofrece la interacción del discurso con
el lenguaje visual y la llegada a infinidad de lectores-navegantes
a los que jamás tendríamos acceso. Y todo, en términos económicos, con un mínimo
de inversión. Está de más aclararles que a los artistas e intelectuales el
dinero nos les anda sobrando. Sino pregúntele a los de Altamira que para hacer
arte la única chance que tuvieron fue pintar la casa.
Nuestro email está a disposición de todos los que quieran que sus obras
vean la luz. Hablamos de espacio abierto y alternativo, y nos esforzaremos por
no fallar en ninguno de estos aspectos.
Desde hoy las puertas de La
casa de Asterión están de par en par, sin olvidarnos que el verdadero
laberinto siempre es el hombre.
Fernando Pedró
Héctor
Alvarez Castillo