MARIEL RÓTOLO

          

TALLER DE PINTURA EN LOS PAÍSES BAJOS
                
No ejerzas la copiosa neutralidad
                 de la muerte.
En la lluvia inmensa de un color
y no te devoren las líneas:
no son sino pobres degollados cayendo
                  al suelo del espacio.
Sé prudente.

         

CHELTENHAM

          
Pasa la última nevisca
en su arremolinado cuerpo.
El frío separa como
      incruenta guerra,
y dobla a tus pasos
      en número
el invierno.

           

DE UN EPITAFIO

       
Por hoy tan sólo, fugitiva,
sin la que oculta Cipris
sueño avaro
en el envés sombrío, taciturno
que vuelca en derredor todo hermosura,
pronta a tu imagen,
ni semejanza de arcabuces volados
tienta, en especie,
lo que siempre herirá
si cavas mi sepulcro en esta rosa.

           

PÁJARO

      
Carencia no llevada en tu lomo
es el cielo,
o él un pájaro enorme
y tú, el destierro más preciso,
más inquieto,
más quieto que la tierra.

          

VUÉLVETE HACIA DONDE

          
Vuélvete hacia donde
no seas tú:
el invierno transcurre
con las manos en alto
y dice como el árbol:
Mira, Señor, es todo lo que tengo.

         

EL GUERRERO Y EL CIELO

       
Se te pega,
miel alta y diversa,
y no podrías calcular
si el brazo agobia
o si sólo gusta de posarse sobre ti
                (un hábito heredado).
Y puesto que en guerra estamos
con todo lo que el ojo separa
y el tacto acerca:
prueba, prueba y
acaricia,
verás que el cielo es la palma de tu mano.